-Se dice que usted fue el gran protagonista para lograr que el análisis de patrones de manchas de sangre se incorpore a las pericias, ¿Cómo se pudo lograr ese objetivo allá?
Sí, fui protagonista de la actividad en mi país. Lo primero que hice fue explicar a los jueces la intención del análisis de las manchas de sangre, cuál es el significado de sus resultados y, después, lo científico. Y vieron que seguía una metodología científica.

Luego, en el mismo año, tuve la suerte de que en dos escenas de crímenes, muy importantes para todo el país, el análisis de manchas dio gran información sobre los casos. Creo que se puede explicar con la mentalidad de la gente de criminalística, gente que quiere hacer. Por eso es un placer este congreso aquí, porque uno se encuentra con eso, con personas que quieren hacer. Y es lo que sirve en la escena del crimen: si vas a la escena sin intención, no sirve.

-¿Cuál es el futuro del análisis de los patrones de manchas de sangre?
-El fututo es ahora. En el mundo. Porque ya tenemos muchas explicaciones científicas del fenómeno físico. Al principio sabíamos que una gota en el suelo era redonda, nada más. Ahora tenemos toda la explicación del fenómeno: velocidad, acción de las fuerzas, fricción, gravedad, fuerza de cohesión. Actualmente podemos explicar mucho más que en los ’90.

-Y el resto de las áreas de la criminalística, ¿cómo recibieron la convivencia con el análisis de manchas?
-No hubo problemas porque por ejemplo el ADN, da el apellido de la persona, pero el análisis de la mancha de sangre va a explicar porqué la mancha está ahí. El ADN no explica eso. En el primer nivel hay que dar un nombre, un apellido, decir quién es la persona. El segundo nivel es la dinámica: ahí el análisis de manchas de sangre es el que da la explicación Y al fin se puede explicar toda la escena.

Ahora toda la gente quiere saber del análisis de manchas de sangre, ahora todos quieren usarla.

En Francia los peritos de ADN quieren utilizar el análisis de manchas, quieren ir al laboratorio para buscar las mejores manchas para investigar, por ejemplo, la camiseta de una víctima. Veamos ese ejemplo de la camiseta: en ella hay muchas manchas de sangre de la víctima y quizás algunas pequeñas del victimario.

Entonces los peritos de ADN preguntan si pueden ir al laboratorio para ir a buscar manchas. Lo mismo sucede con los peritos de balística: se ven manchas en el arma, entonces los peritos en Francia nos dan fotografías de la pistola para buscar una explicación y al final hacemos un informe conjunto y así la conclusión es más fuerte. Por eso el análisis de manchas de sangre es usado por todos los criminalistas en el mundo.