Detectar la impronta de cada palabra manuscrita es la especialidad del perito calígrafo Federico Rindlisbacher, también experto en Documentología y Fraudes Bancarios, que revela las claves de la ciencia que en plena era digital no deja de aportar certezas.

“Cada escritura es única e irrepetible”, desde esa premisa el profesor Federico Rindlisbacher ejerce desde hace casi una década y media una tarea científica que brinda definiciones tajantes respecto a la autenticidad de firmas, textos y cualquier tipo de documento que contenga escritos a mano.

Coordinador de la carrera de Calígrafo Público Nacional en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, Rindlisbacher toma como punto de partida la marca que deja grabada cualquier trazo que haga una persona desde que empieza a garabatear en sus primeros años hasta el presente en una evolución que, por supuesto, obliga a ajustar el enfoque de los especialistas de acuerdo a las variantes que se registren en el estilo de escritura.

varias cosas, desde el documento en general hasta si presenta maniobras de alteración y/o adulteración.

-¿Siempre es posible dar una respuesta por sí o por no?
-Si están los documentos correspondientes para poder cotejar, sí; el especialista tendría que arribar a una conclusión categórica. Ante un documento cuestionado debemos contar con un elemento para poder comparar. De manera que la cuestión se resuelve por compulsa y por eso se requieren documentos indubitados, aquellos sobre cuales no existen dudas de su origen.

-¿Y de dónde se obtienen esos documentos?
-De aquellos documentos que fueron certificados por algún funcionario púbico, como por ejemplo la firma del legajo de Policía Federal cuando uno sacaba la cédula, del pasaporte, del Registro Nacional de las Personas, del registro de firmas de un banco, correo; si es extranjero en Migraciones. Todos esos son documentos públicos ya que alguien da fe de que esa persona en tal lugar y fecha realizó de puño y letra una escritura.

-¿Y luego?
-Pongamos un ejemplo: si alguien niega la autoría de una firma, esa firma se analizará en un solo y único plano de estudio y del mismo modo se estudian, independientemente, las firmas indubitadas. Y en conocimiento de uno y otro extremo luego se compulsan. El primer estudio se realiza sobre el documento indubitado (partiendo de premisas verdaderas y en conocimiento de la modalidad escritural) vamos hacia el otro, donde se practicó el mismo análisis de la modalidad y, por último, el cotejo. Ahí surgen similitudes o discrepancias que hacen establecer la autenticidad o la participación de ese puño y letra.

La escritura manuscrita, es, según define Rindlisbacher “Es una expresión que cada persona lo manifiesta con una impronta que adquiere mediante práctica en el transcurso de su vida”. Hasta ahí todo queda claro, sin embargo los mitos populares hablan de ciertas formas de eludir el ojo de los peritos, mitos a los que el científico derrumba uno tras otro:

-Hay quienes no siempre firman igual, porque no les sale. ¿Influye ese tipo de cosas en la exactitud del análisis caligráfico como medio de prueba?
-No. Y es muy simple: no existen dos firmas idénticas. Si yo trazo tres columnas en una hoja y empiezo a hacer quince firmas en cada una veremos que la firma número 1 respecto de la 20, pese a que están hechas por la misma persona, tienen divergencias. No se busca que las firmas sean idénticas.

-¿No?
-No, porque si encuentro dos firmas idénticas hay que pensar que hubo una maniobra de imitación por calco u otra manera de copia. Si aparecen dos firmas idénticas hay algo seguro: una es la matriz y otra es copia.

-¿Qué es lo que se busca entonces?
-El gesto gráfico, así se llama. Es la característica propia que diferencia a las personas, como las huellas digitales. El gesto gráfico es la parte personalísima que tienen las personas al realizar la escritura.

-¿Y es algo absolutamente científico?
-Sí, sí. Tenemos un postulado general y leyes de escritura que lo avalan. Está demostrado que las personas en tal circunstancia van a escribir de tal o cual manera.

-¿Qué sucede en el caso de alguien que escribe con su mano no hábil?
-Es algo que se puede hacer, sí. Es conocido el caso de un cirujano que tuvo un accidente y si bien no perdió la mano tuvo lesiones irreparables y no pudo volver a operar, pero ganó ciertas habilidades en la otra mano.

-¿La pregunta apuntaba a si se puede descubrir si alguien firma con la mano no hábil?
-Exacto.En realidad, sí, si tenemos el material base de cotejo adecuado o en algunos casos la oportunidad de tomar un cuerpo de escritura, porque a veces el interesado o el juez no nos puede aportar el material que entendemos como idóneo. Ahora si la persona está disponible, pedimos que mediante el juez se establezca una audiencia para que la persona asista y forme un cuerpo de escritura bajo el dictado de un Calígrafo.

-¿Cómo se hace el peritaje en ese caso?
-Se le toma un dictado, a cargo del calígrafo, y se lo hace escribir, todas las hojas que el experto crea necesario, se le puede hacer un dictado guiado, que escriba números, que haga firmas y también se le puede decir “a partir de ahora escriba con la mano no hábil”…

-¿Tampoco es posible escapar de la identidad a través de las mayúsculas?
-No. Si, por ejemplo, vemos que habitualmente alguien escribe en cursiva o mayúsculas, le pedimos que reproduzca lo que le dictamos también en cursiva o en mayúsculas. Es bastante simple: cuando alguien sabe que el documento fue escrito por él y pretende desconocerlo, viene a la audiencia pactada con intención de enmascarar su propia escritura, y práctica para eso, pero no es fácil, siempre deja rastros del esfuerzo realizado. A veces, depende de la experiencia del calígrafo para detectarlo.

Pero ante personas que tienen experiencia, por la extensa practica de auto enmascarar su grafía, la tarea del perito es hacerle escribir en forma exhaustiva y con técnicas.

-¿Qué se consigue con eso?
-Que en algún momento el inconsciente lo traicione y el gesto gráfico aparezca. Quien desarrolla una escritura que no le es propia primero la tiene que pensar, pero el pensamiento consciente tiene momentos de trance y en un texto extenso el inconsciente lo va a traicionar, seguro.

Las pruebas hablan de una ciencia inapelable pero a nadie escapa el desfasaje entre las pruebas caligráficas y la cada vez menor incidencia del lápiz y el papel. Sin embargo Rindlisbacher es un convencido de que la caligrafía tiene para rato. Por lo pronto puede dar testimonio de ello a diario en su trabajo en la actividad privada, en un banco, más precisamente en la Oficina de Prevención de Fraude.

“Casi todos los bancos grandes o medianos tienen especialistas en caligrafía y documentología, o sea, pagan a especialistas porque trabajan con documentos que todavía se firman de puño y letra. Y a la par de los escritos los peritos también podemos establecer si el documento es auténtico o no. Mi especialidad son los cheques y también establezco si el documento es genuino o una falsificación.”.

-¿Cómo se investigan esos documentos?
-Cuando llega todo el movimiento de clearing (proceso de validación y cobranza de los cheques) de las sucursales a la casa central, se ven todos los cheques de la actividad diaria a través de una maquinaria específica –una lectoclasificadora- y con ese equipo se puede verificar parcialmente, si el cheque es genuino. Después se hace un estudio físico: se miran los cheques, uno por uno. Un trabajo muy específico, que requiere de mucha experiencia y entrenamiento.

-¿Es común detectar anomalías?
-Periódicamente. Ahora mismo en mis archivos tengo una carpeta que se llama “Cheques” con fotografías del último mes de documentos adulterados y falsos, mediante distintos métodos. Pueden ser desde cheques con impresión falsa o cheques totalmente falsos o adulterados.

-¿Se verifican casos de cheques con calco de firma?
-Sí, por supuesto, se dan casos en que el falsario dispone de la firma auténtica y la transcribe por un método de calco.

-¿Con frecuencia?
-Sí, el método de calco para cheques se da con frecuencia porque el cajero o quien recibe el cheque para procesarlo lo único que posee es la firma registrada del cliente titular en la pantalla. Le aparecen tres o cuatro firmas.

-Imposible de practicar un análisis en ese momento.
-En la vorágine de una atención bancaria se observa a una velocidad que no permite un análisis profundo, y si la persona titular de la chequera en la confección de su firma suele hacer un triángulo, él empleado bancario va a ver que se cumpla el diseño de un triángulo, no va a estudiar la firma intrínsecamente, “que si el rasgo inicial”, “que si el remate”. Simplemente compara diseño con diseño.

-¿No existe entonces una merma en la utilidad de las pruebas caligráficas?
-Mínimamente ha menguado en algunos casos puntuales, en los documentos que hoy acreditan nuestra identidad la firma está digitalizada, la firma que aparece en mi pasaporte no es de puño y letra, es una firma que se digitalizó mediante un pad signature (digitalizador electrónico de firmas y textos), se capturó su imagen y se la incorpora en el documento mediante algún sistema de impresión. Pero por ahora no es tan avasallante todo eso.

Sobran ejemplos cotidianos que demuestran la vigencia del manuscrito.

-¿Por ejemplo?
-En la Universidad tengo una cátedra de 90 alumnos y el número de estudiantes que toma apuntes mediante teclado o en forma táctil de una notebook o tableta, no llega ni al cinco por ciento. Además cualquier acto que se celebre en forma notarial se hace de puño y letra, lo rubrica tanto el escribano como las partes interesadas, los cheques que se confeccionan de forma ológrafa. Los escritos judiciales se entregan en forma digital o en forma física. Cuando soy parte de un expediente el informe pericial lo debo entregar en forma digitalizada pero también lo debo plasmar en forma física y firmar de puño y letra en todas sus hojas.

Y entre las competencias laborales del perito, cabe destacar que se desempeña profesionalmente en el ámbito arte. El perito calígrafo también pertenece al mundo del arte, así lo acredita sus incumbencias.

Mientras exista la comercialización de soportes y elementos escritos, la pericia caligráfica siempre estará vigente.

-¿De qué modo?
-Todo lo que tenga que ver con identificar escrituras en obras de arte. De esta forma, se nos da una amplia participación en los trabajos de modalidad interdisciplinaria, porque la pericia en el arte también es muy compleja: no hay un perito que pueda abarcar todo lo que tenga que ver con esa práctica, así que encontraron esa manera donde para establecer hoy autenticidad o falsedad de una obra, un cuadro por ejemplo, se trabaja con un historiador, un químico que conoce el deterioro, la degradación de la pintura y calígrafos, y a través de todo ese conjunto pueden llegar a determinar la autenticidad o falsedad de una obra.